En septiembre de 1965 Guadalajara tuvo de alguna forma su cenit…un momento, una etapa o un auge nunca antes visto (y que por cierto no se volvería a percibir), habíase transformado de “rancho grande” a una urbe en cierto modo cosmopolita ¡y de un millón de habitantes! Del aeropuerto partían vuelos a Nueva York y Madrid, y poco antes se había abierto el elegante hotel Guadalajara Hilton, casi a la par que en Tel Aviv y San Juan de Puerto Rico, la misma cadena había inaugurado eslabones de su exclusivo consorcio. Ese año y mes fue también prodigo en elegantísimos enlaces de postín entre jóvenes parejas de “nuestro más rancio abolengo”… un 14 de septiembre Mari Martínez-Negrete y Pepe Aguilar Valencia en (la muy de moda en la época) la Iglesia de Santa Rita de Casia habían contraído matrimonio ante los grupos más selectos de la antigua sociedad tapatía… Y con unos días de diferencia otra joven pareja había protagonizado también una boda “de película” y cuyas imágenes ilustran nuestra página de hoy… me refiero a la boda de la Nena Vivanco Díaz con el caballeroso y distinguido Nacho García Villaseñor, celebrada en la Iglesia de San Agustín y posterior recepción ¡para más de mil invitados! En el enorme Salón Xalixtlico del Guadalajara Hilton y ante la presencia del entonces Gobernador de Jalisco don Francisco Medina Ascencio y su esposa la gentil Conchita Jímenez de Medina Ascencio… mezclando perfectamente a grupos de la vieja guardia con el ámbito político (desde luego muy distinto a lo que hoy entendemos por clase política)…
Curiosamente, al revisar la imagen de la Nena ante el altar, es absolutamente idéntica a su guapísima hija Natalia, esposa del notable Arq. Felipe Ramos Garibi, los que actualmente residen en la Ciudad de México. Y para proseguir con más bodas ese mismo mes y año, parejas tan conocidas como Gabriela Obregón Esquino y Joaquín Cuesta y Campos Somellera, se “habían dado el sí” en Santa María de Gracia… En La Soledad habían celebrado sus nupcias Charito Victoria y Gómez y Armando Gutiérrez Castellanos y también en San Agustín, María Laura Urrea González-Paul y Memo Kunhardt y Hermosillo poco antes habían contraído matrimonio… Y por si no fuera poco, para aquel auténtico maratón de elegantes enlaces en Aranzazú, Maca Farah Gortázar y Gustavo Ladrón de Guevara también se habían desposado… Kitty Madero Insunza y Xavier Padilla y Martínez Negrete eligieron Santa María de Gracia para sus esponsales y Margarita Boyer Pacheco y Héctor López Rivera celebraron la suya en La Soledad, sede de la más antigua Cofradía religiosa que aún subsiste en todo México, si no es que en toda la América. A todas estas parejas que mencionamos ¡Felices Bodas de Oro! Al margen nuestro sentido pésame a la connotada familia Urrea por el reciente deceso de Alfonso (foit) Urrea Carroll y en particular a Marra Martin su hoy viuda y a sus hijos… Descanse en paz.