La primavera tiñe de colores el horizonte tapatío… ya sea el celaje azul y que al atardecer puede llegar a crear una gama de rojos, amarillos y lilas que el ojo más experto pueda exigir. Al igual sucede con las aún calles y avenidas arboladas con que nuestra metrópoli “se defiende de la fealdad” al decir de un notable arquitecto de CDMX quien afirmaba —y no le faltaba razón— que no es que Guadalajara fuese una ciudad “muy bella”, la razón es que el tupido follaje de árboles y camellones se ocupaba de tapar adefesios o estramancias (Doñan dixit) arquitectónicas.
Avenida de la Paz en el tramo de lo que antiguamente fuera el “arroyo” del Arenal y que más o menos arrancaba en la hoy horrorosa Calzada Independencia y hasta Avenida Tolsá en la actualidad se tupe fugazmente de un maravilloso tono amarillo a merced de los viejos arboles llamados “Primaveras”, que entre marzo y abril hacen una delicia al sentido de la vista. Las huertas que bordeaban el mentado arroyo que llevaba más caudal que el propio Río de San Juan de Dios y la Divina Providencia lograron que se tupiera esa avenida de esta maravillosa especie que bien debían de hacer plantar en media Guadalajara.
Entre esta alegoría de color y vegetación nos enteramos tarde del fallecimiento de una señora a la que quisimos muchísimo y al paso de los años le fuimos tomando aún más aprecio del que tal vez ella suponía, me refiero a CHELA MARTÍN DE ROMERO, de una belleza interior y exterior, sencilla y sin el menor viso de pretensión y además madre de nuestros amigos MARCELA y NACHO ROMERO MARTÍN y LUIS ya fallecido, a los que por muchos años vimos y tratamos “un día sí, y otro también”, sobre todo cuando vivíamos en la Ciudad de México y pasábamos temporadas aquí en Guadalajara.
Alteña de pura cepa y de una familia de bellísimas mujeres como también lo fue su madre en su juventud, se mantuvo siempre incólume aun y todo en medio de las tragedias que por alguna inexplicable razón puedan llegar a suceder en gentas buenas y nobles como lo fue la querida CHELA, jamás le escuchamos una crítica hacia persona alguna, menos el juzgar, y vamos, quejarse tampoco, una clase de mujeres de una madera que si la hay ¡no sabemos dónde se encuentran! Nuestro más sentido pésame a MARCELA y sus hijos FOIT RAMÍREZ, el mayor y los más jóvenes como MARCELO y LUIS FERNANDO, y por supuesto a NACHO, al que aun a pesar de verle hoy en día poco, la estima y el aprecio no son cosa fácil de olvidar.
Un ligero —pero molesto— padecimiento nos mantuvo en cama y no logramos llegar a la misa solemnísima en sufragio de esa gran señora y que se llevó a cabo en la Iglesia de JOSÉ MA. ESCRIBA DE BALAGUER, sita en los rumbos de Av. Acueducto y ante la asistencia de un nutridísimo grupo de la mejor sociedad, el pésame lo hacemos extensivo a las amigas íntimas de CHELA, perder un amigo es como perder un familiar. Al vuelo recuerdo a MARTHA OLVERA de GUTIÉRREZ NIETO, SIMONE AMAVET de JAVELLY, CRISTY SANTANA de SILVA, ELBA SALCEDO, LUZ ELENA SALAZAR de RUBIO y tantas más que escapan a mi memoria. DESCANSE EN PAZ. Y detallando como sólo ella sabe hacerlo, atareadísima se encuentra MARÍA IRMA ITURBIDE ROBLES, a fin de que la próxima ASAMBLEA NACIONAL de la asociación civil ADOPTE UNA OBRA DE ARTE que se llevará a cabo aquí en Guadalajara en los meses próximos, resulte todo un éxito.
La anterior tuvo lugar en Zacatecas, y bueno, en aquel maravilloso marco colonial o “bijoux” de la antigua Nueva Galicia y sus ricas minas resultó una experiencia gratísima. GENARO BORREGO además se lució como anfitrión al igual que su encantadora esposa. Recordamos que por 1986/87 y a sugerencia de GERALD van DER KAMP y su mujer FLORENCE como curadores que fueron por años del Museo de VERSALLES a extramuros de París, PEPE PINTADO RIVERO y BEATRIZ SÁNCHEZ NAVARRO de PINTADO realizaron y dieron forma al proyecto que originalmente se llamó “ADOPTA UN CUADRO” restaurando una serie importante de lienzos coloniales que amenazaban destrucción total en el bellísimo MUSEO DEL VIRREINATO en Tepozotlán, en CDMX. BEATRIZ y otras señoras a las que nos tocó tratar y mucho como la adorable MARTHA FOX DE LATAPI, LUPE ARTIGAS de RAMOS CÁRDENAS, MA. ELENA CUESTA DE SALAS, la CHACHA BARRERA de SERNA, ADRIANA SALINAS de YÁÑEZ, y la siempre cuidadosa intervención de JUAN URQUIAGA o el añorado amigo GUILLERMO TOVAR DE TERESA o SERGIO ZALDÍVAR GUERRA y LUIS FELIPE DEL VALLE PRIETO el proyecto tuvo tal éxito que al muy poco tiempo se extendió una especie de corresponsalía en GUADALAJARA y en todo JALISCO, con un éxito total que vino a salvar también decenas de lienzos de museos y sacristías de nuestras iglesias. Sin embargo en ese momento aprox. 1992/93 el proyecto cumbre lo fue la restauración íntegra de los murales que decoran patios y terrazas de LA MOREÑA, la mítica casa-palacio del más mítico aún personaje conocido como EL BURRO DE ORO con FRANCISCO VELARDE y DE LA MORA en LA BARCA, JALISCO.
Es por todos sabido que aunque el autor de dichos murales costumbristas que abarcan metros y metros de enormes muros lo fue un muy joven artista alumno de GÁLVEZ, el genial arquitecto y también pintor que construyera el TEATRO DEGOLLADO, y de nombre GERARDO SUÁREZ, quien a su vez también fue el autor del maravilloso y espectacular plafond de la sala central del gran TEATRO orgullo de los tapatíos, de dimensiones superiores al plafond de la Ópera de París (Palais Garnier) y tal vez sólo comparable a la que luce el Gran Teatro de San Carlo en Nápoles. GERARDO SUÁREZ, ya lo hemos referido a pesar de ser no un alumno cualquiera sino UN GRAN ARTISTA, murió en la más extrema pobreza y repudiado hasta por su gente cercana a una edad extremadamente corta, malogrando así una vida y un talento a causa de un mal que antes como hoy sigue tan vigente en esta ¿moderna urbe de seis millones? Como lo es ¡la IN-TO-LE-RAN-CIA! La tuberculosis lo llevó a la tumba y se cuenta que fue llevado al “camposanto de Belén” por un par de amigos sastres remendones que se compadecieron de él y lo depositaron en (cual Mozart) una fosa común.
Es años después que se forma una asociación con su nombre y se reivindica un poco el genio creador de las dos más maravillosas obras —por su dimensión y por su calidad— de México y tal vez de las Américas. Vuelta a lo mismo que es que la realidad supera en mucho a la ficción. En ocasión de la restauración de los murales de LA MOREÑA Doña CECILIA OCELLI de SALINAS emocionada —y no sin razón— ante una joya semejante vino exprofeso y dio un emotivo discurso que pocas veces habíamos escuchado de alguna Primera Dama. Los gastos y costas de esa obra de restauración si mal no recuerdo tuvieron como “padrinos” a los MARTÍNEZ GUITRÓN, cuyas esposas CRISTY ARREGUI y ELENITA BRUN trabajaron por llevar a cabo dicho proyecto. HOY nos toca a generaciones más jóvenes implementar un patronato de “sponsors” que permita dar seguimiento a tantas y tantas obras que en estos últimos 30 años se han venido llevando a cabo y extendiéndose a otras entidades. Así se pudo recuperar la IGLESIA DE SANTA MÓNICA aquí en esta ciudad y en proceso se encuentra urgente de donativos. La restauración de SAN FELIPE NERI, joya entre las joyas de la arquitectura del fin de la etapa colonial.